Este informe de Boston Consulting Group y QDE Investors, es un estudio único y completo que tiene como objetivo proporcionar una comprensión profunda del panorama futuro de las fintech a nivel mundial, incluyendo proyecciones basadas en datos por segmento y región. Explora las últimas tendencias, desafíos y oportunidades en el mercado fintech global, con un enfoque en regiones clave como Asia-Pacífico, América del Norte, Europa, América Latina y Oriente Medio y África. El informe analiza el crecimiento de las empresas fintech en diversos subsectores, incluyendo pagos, préstamos, depósitos (incluidos los neobancos), seguros, gestión patrimonial e infraestructura financiera. También examina el entorno regulatorio para las empresas fintech y el impacto de las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA), la conectividad abierta basada en API (interfaz de programación de aplicaciones) y la tecnología de contabilidad distribuida (DLT). Los conocimientos presentados en el informe, basados en una extensa investigación y entrevistas con expertos de la industria, startups fintech, inversores y reguladores, proporcionarán información valiosa para emprendedores, inversores, responsables de políticas y empresas establecidas tanto en el sector fintech como en la industria de servicios financieros en general.
Puedes acceder al informe completo aquí, pero te dejamos un resumen debajo.
Una de las preguntas clave planteadas por los actores del ecosistema financiero se refiere al estado de la evolución de las fintech: ¿Se han producido la mayoría de los avances importantes en fintech hasta la fecha, o apenas estamos comenzando el viaje fintech? Si bien en BCG y QED no afirman tener una bola de cristal, creen firmemente que las fintech no son simplemente una tendencia pasajera, sino una fuerza fundamental que continuará transformando el panorama financiero en los próximos años. Así que -como ellos dicen- prepárense, el viaje fintech recién está comenzando.
En tan solo dos décadas, las fintech irrumpieron en escena revolucionando la industria de servicios financieros tal como la conocemos, a partir de soluciones disruptivas que buscaron mejorar la experiencia de los usuarios y dotar de dinamismo a un sector que había quedado relegado en la carrera de la innovación.
Sin embargo, aunque su crecimiento fue astronómico, especialmente durante la última década, las fintechs, en promedio, perdieron más de la mitad de su valor de mercado en 2022. ¿Es este el fin de una época? Desde Fintech on the Rocks consideramos que se trata más de una corrección a corto plazo que del fin abrupto de un ciclo. Los hitos que dieron fundamentos al salto de la industria siguen ahí, por lo que este parecería ser un bache en una trayectoria positiva a largo plazo. La industria de servicios financieros en general es enorme y muy rentable, pero enfrenta dificultades en términos de innovación y experiencia del cliente. Más de la mitad de la población mundial aún no tiene acceso a servicios bancarios o, si lo tiene, es limitado, y la tecnología continúa desbloqueando nuevos casos de uso a pasos agigantados. Este es el mayor fundamento de nuestro optimismo.
Se estima que la industria fintech, que actualmente representa apenas el 2% de los ingresos globales de los servicios financieros, alcance una facturación anual de $1.5 billones para el año 2030, constituyendo casi el 25% de todas las valoraciones bancarias a nivel mundial. Con un 42% de todos los ingresos incrementales, el mercado más grande se proyecta que sea Asia-Pacífico (APAC), especialmente en Asia emergente (China, India y el sudeste asiático), donde las fintechs ayudarán a expandir la inclusión financiera. América del Norte, el mercado fintech más grande, seguirá a APAC y se mantendrá como un centro crucial para la innovación. En tanto, Europa y América Latina continuarán experimentando un fuerte crecimiento, impulsado regulaciones cada vez más amigables, mientras que África puede dar un salto hacia un nuevo ecosistema financiero sin las limitaciones de una infraestructura preexistente obsoleta.
Si bien los pagos lideraron la última etapa, esperamos que las fintechs enfocadas en B2B (servicio a pequeñas empresas) y B2B2X (B2B para cualquier usuario) lideren la próxima ola de innovación. Las compañías que ofrecen servicios a otras compañías tienen un amplio margen para crecer, ya que se estima que las pequeñas y medianas empresas (PYMES) en todo el mundo tienen una necesidad crediticia anual no satisfecha de aproximadamente $5 billones. A medida que las empresas en diversos sectores comiencen a ofrecer más servicios financieros y las empresas establecidas luchen por mantenerse al ritmo de la innovación, se espera que B2B2X (incluida la financiación integrada), que ya representa el 25% de todos los ingresos fintech, sea cada vez más relevante para satisfacer la creciente demanda de soluciones tecnológicas en la industria. Por su parte, las empresas de intermediación financiera (plataformas de préstamos y neobancos), que ofrecen aplicaciones y software que agilizan la banca en línea y móvil, probablemente se enfrenten a desafíos significativos en los mercados desarrollados, donde necesitarán acceder a fuentes de depósitos estables y de bajo costo para reducir su costo de capital, como pueden ser la adquisición de licencias bancarias propias o fusiones o adquisiciones a compañías que las tengan.
En el caso de los mercados emergentes, en cambio, se espera que la revolución fintech continúe acelerando, a partir de soluciones que promuevan la inclusión financiera. Segmentos grandes y poco penetrados como los seguros y la gestión patrimonial, en especial, presentan una gran oportunidad para fintechs generadoras de soluciones B2B2X (facilitadores). Claro está, esta expectativa de crecimiento no está exenta de riesgos, especialmente los regulatorios, de reputación y macroeconómicos.
Todos los actores involucrados deben aprovechar el momento, siendo los reguladores quienes deben demostrar proactividad y liderar el desarrollo de políticas que fomenten un ecosistema financiero colaborativo, seguro y abierto. Allanar el camino para obtener licencias financieras intermedias (por ejemplo, la licencia de dinero electrónico en el Reino Unido) y el desarrollo de infraestructuras digitales de bienes públicos (por ejemplo, la Interfaz Unificada de Pagos, o UPI, en India), son algunos ejemplos del rol que deben asumir los Bancos Centrales y reguladores, en cada uno de los mercados. Los bancos y empresas de servicios financieros deben buscar asociaciones con las fintechs para acelerar su propio proceso de transformación digital y mantenerse al ritmo de las expectativas de los consumidores. Y las propiasas fintechs pueden encontrar que no hay mejor momento que ahora, durante el "invierno fintech", para tomar la iniciativa, aprovechando la corrección realizada por el mercado, al tiempo que ajustan sus cinturones, para permanecer en el juego.
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